BLOEMFONTEIN, Sudáfrica.- Contra todo pronóstico, España vio hecho trizas su récord de 15 victorias consecutivas y su ambición de otro título al sucumbir el jueves 2-0 ante el muro de Estados Unidos, cuya segundo aire lo llevó a la final de la Copa Confederaciones.
Goles de Jozy Altidore y Clint Dempsey sellaron el triunfo del campeón de la CONCACAF ante un equipo que no perdía desde noviembre de 2006, cuando cayó ante Rumania en un partido amistoso en Cádiz.
Altidore, un delantero a quien el Villarreal de la liga española lo cedió a un club de segunda división en la pasada temporada, abrió la cuenta a los 27 minutos.
Ayudado por un grosero error de Sergio Ramos, Dempsey clavó la daga final en la noche de Bloemfontein con el segundo tanto a los 74. Estados Unidos acabó con 10 hombres por la expulsión con roja directa de Michael Bradley.
Estados Unidos jugará por primera vez una final de un torneo de magnitud, ya que previamente había caído en las semifinales de la Copa Confederaciones de 1999 y la Copa Mundial de 1930.
Su rival el domingo saldrá del ganador de la otra semifinal que Brasil y Sudáfrica dirimirán el jueves en Johanesburgo.
Lo más increíble es que hace una semana los estadounidenses quedaron con un pie afuera tras una derrota 3-0 ante Estados Unidos, la cual siguió a su revés 3-1 en el debut ante Italia. Pero resucitaron al ganarle 3-0 a Egipto en la última fecha del Grupo B, más una mano de Brasil al imponerse 3-0 ante Italia.
¿Qué le pasó a España? ¿Se tomó a la ligera a un rival en teoría inferior?
A diferencia de los tres partidos previos, España se encontró con un adversario que salió a presionar desde el vamos y esa fue una situación que pareció tomar fuera de base a los campeones de Europa. Como muestra del descaro, Charlie Davies le pegó un susto al arquero Iker Casillas con una chilena.
España tardó en normalizarse para mostrar su libreto característico, moviendo la pelota con pases cortos y a ras de piso.
Nuevamente el sector izquierdo fue por donde España buscó penetrar con más insistencia, pero Estados Unidos estuvo alerta con una defensa que por lo menos tenía a una línea de tres hombres a la caza.
El gol de Altidore se produjo en un momento de cierto respiro en el partido, uno en el que el delantero sacó a relucir toda su corpulencia para ver una imagen poco frecuente: un balón en el fondo de la red española.
Landon Donovan inició la jugada al ceder a Dempsey y éste entregó a Altidore, quien primero se sacó la marca de Joan Capdevila y luego a Carles Puyol antes de definir con un derechazo que el manotazo de Casillas hizo tocar primero a un poste previo a anidarse.
Lo de Altidore fue como una especie de justicia poética para un atacante que no logró ganarse un puesto de inmediato con el Villarreal y tampoco le fue bien cuando recaló en el Xerez.
El recibir su primer gol después de cinco partidos hizo que los españoles reaccionasen y empezaron un cañoneo constante, pero inútil.
Antes del descanso, David Villa se perdió un gol al rematar alto cuando quedó perfilado frente al marco estadounidense y luego el arquero Tim Howard desvió con la pierna un remate de zurda de Fernando Torres.
La tónica prosiguió en el inicio del segundo tiempo en el que España fue un auténtico huracán frente a Estados Unidos que peligrosamente se echó atrás.
El esfuerzo por el empate empezó a pasarle factura a España y con el paso de los minutos su intensidad aminoró. Fue entonces que recibió el gol definitivo, en el que Ramos se durmió tras una pelota que había rebotado en su compañero Gerard Piqué y Dempsey llegó para rematar ante un Casillas descolocado.
A fin de cuentas, España se quedó con la pólvora mojada ante un rival muy disciplinado y generoso para el sacrificio en defensa. Siempre hubo un estadounidense respirándole en la nuca a todo español que se acercaba al último cuarto de cancha.
Aparte del récord de 15 victorias, España también vio desbaratada la marca de 35 partidos sin perder y que quedó compartiendo con Brasil. Fue el primer triunfo para Estados Unidos en cuatro partidos ante España.
Goles de Jozy Altidore y Clint Dempsey sellaron el triunfo del campeón de la CONCACAF ante un equipo que no perdía desde noviembre de 2006, cuando cayó ante Rumania en un partido amistoso en Cádiz.
Altidore, un delantero a quien el Villarreal de la liga española lo cedió a un club de segunda división en la pasada temporada, abrió la cuenta a los 27 minutos.
Ayudado por un grosero error de Sergio Ramos, Dempsey clavó la daga final en la noche de Bloemfontein con el segundo tanto a los 74. Estados Unidos acabó con 10 hombres por la expulsión con roja directa de Michael Bradley.
Estados Unidos jugará por primera vez una final de un torneo de magnitud, ya que previamente había caído en las semifinales de la Copa Confederaciones de 1999 y la Copa Mundial de 1930.
Su rival el domingo saldrá del ganador de la otra semifinal que Brasil y Sudáfrica dirimirán el jueves en Johanesburgo.
Lo más increíble es que hace una semana los estadounidenses quedaron con un pie afuera tras una derrota 3-0 ante Estados Unidos, la cual siguió a su revés 3-1 en el debut ante Italia. Pero resucitaron al ganarle 3-0 a Egipto en la última fecha del Grupo B, más una mano de Brasil al imponerse 3-0 ante Italia.
¿Qué le pasó a España? ¿Se tomó a la ligera a un rival en teoría inferior?
A diferencia de los tres partidos previos, España se encontró con un adversario que salió a presionar desde el vamos y esa fue una situación que pareció tomar fuera de base a los campeones de Europa. Como muestra del descaro, Charlie Davies le pegó un susto al arquero Iker Casillas con una chilena.
España tardó en normalizarse para mostrar su libreto característico, moviendo la pelota con pases cortos y a ras de piso.
Nuevamente el sector izquierdo fue por donde España buscó penetrar con más insistencia, pero Estados Unidos estuvo alerta con una defensa que por lo menos tenía a una línea de tres hombres a la caza.
El gol de Altidore se produjo en un momento de cierto respiro en el partido, uno en el que el delantero sacó a relucir toda su corpulencia para ver una imagen poco frecuente: un balón en el fondo de la red española.
Landon Donovan inició la jugada al ceder a Dempsey y éste entregó a Altidore, quien primero se sacó la marca de Joan Capdevila y luego a Carles Puyol antes de definir con un derechazo que el manotazo de Casillas hizo tocar primero a un poste previo a anidarse.
Lo de Altidore fue como una especie de justicia poética para un atacante que no logró ganarse un puesto de inmediato con el Villarreal y tampoco le fue bien cuando recaló en el Xerez.
El recibir su primer gol después de cinco partidos hizo que los españoles reaccionasen y empezaron un cañoneo constante, pero inútil.
Antes del descanso, David Villa se perdió un gol al rematar alto cuando quedó perfilado frente al marco estadounidense y luego el arquero Tim Howard desvió con la pierna un remate de zurda de Fernando Torres.
La tónica prosiguió en el inicio del segundo tiempo en el que España fue un auténtico huracán frente a Estados Unidos que peligrosamente se echó atrás.
El esfuerzo por el empate empezó a pasarle factura a España y con el paso de los minutos su intensidad aminoró. Fue entonces que recibió el gol definitivo, en el que Ramos se durmió tras una pelota que había rebotado en su compañero Gerard Piqué y Dempsey llegó para rematar ante un Casillas descolocado.
A fin de cuentas, España se quedó con la pólvora mojada ante un rival muy disciplinado y generoso para el sacrificio en defensa. Siempre hubo un estadounidense respirándole en la nuca a todo español que se acercaba al último cuarto de cancha.
Aparte del récord de 15 victorias, España también vio desbaratada la marca de 35 partidos sin perder y que quedó compartiendo con Brasil. Fue el primer triunfo para Estados Unidos en cuatro partidos ante España.
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