LOS ANGELES,- Manny Ramírez no planea referirse públicamente a su suspensión por 50 juegos por violación de la política del béisbol sobre aumento del rendimiento, dejando en el aire interrogantes acerca de su elevado nivel de tetosterona hallado en una prueba de orina y la prescripción para una droga de fertilidad femenina que Ligas Mayores de Béisbol descubrió en sus reportes médicos.
“Tenemos una suspensión impuesta por el béisbol por una droga específica”, dijo Scott Boras, el agente de Ramírez, a Yahoo Sports este lunes. “Esos son los hechos. No hay mucho más que decir”.
Esos en el campo de Ramírez no esperan que él se dirija a la prensa durante la estancia en casa de los Dodgers de Los Angeles esta semana. Y el jardinero podría callar para siempre acerca de ese tópico.
¿Difícil de creer? Quizás. Pero evitar el conflicto ha sido un tema de toda la vida para Ramírez, así que no sería una sorpresa. Los Dodgers no estaban advertidos del plan de Ramírez –o la falta de uno- aunque el propietario Frank McCourt anteriormente insistió en que Ramírez se dirigiera a sus compañeros y espera que él eventualmente se explique públicamente.
“Nosotros no sabemos lo que él va a hacer”, dijo un oficial de alto rango de los Dodgers quien pidió anonimato. “Scott probablemente no sabe lo que él va a hacer. Manny probablemente ni siquiera sepa lo que él va a hacer”.
Por ahora es un juego de espera. Le tomó a Ramírez una semana antes de hablar con sus compañeros en persona, dirigiéndose a ellos en un hotel del equipo en Miami el viernes. No fue mucho lo que se logró. “Probablemente hubiese sido más efectivo de haberse presentado antes”, dijo el dirigente Joe Torre. “El entró y un montón de jugadores estaban sentados. Fue algo incómodo. El estaba dominado. Comenzó a estrechar manos y las cosas mejoraron”. La suspensión ya ha bajado a 39 juegos y contando. Boras ha tenido cerca de dos semanas para planear un curso de acción con el enigmático cliente que no está acostumbrado a marchar ligado a los deseos de cualquier sino a los suyos.
El saldrá de su escondite bastante pronto. La suspensión termina el 3 de julio y los Dodgers esperan que él practique en Dodger Stadium o en el complejo de entrenamiento primaveral de Arizona antes de eso. Las fuentes dicen que probablemente él surja en un escenario de bajo perfil, o llegando al camerino o haciendo una repentina conferencia de prensa en el Dodger Stadium sin darle oportunidad a los medios nacionales a despachar una legión a Los Angeles. El también podría elegir darle una entrevista uno frente a otro a un reportero con el que se sienta confortable.
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